miércoles, 1 de septiembre de 2010

FRANCISCO UBALDO SACCO


Había nacido el 28 de agosto de 1931, en la ciudad de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires. Radicado desde muy jovencito en Mar del Plata, vivió en el barrio La Juanita, y antes de ser boxeador fue ciclista, en realidad, su familia era de ciclistas, al punto que uno de sus hermanos, Oscar, corrió en veteranos hasta hace poco tiempo.




Comenzó a boxear en el club General Urquiza, en Tucumán y Rawson. Como aficionado fue un noqueador, pero ya como profesional se convirtió en uno de los pugilistas más técnicos. Tenía el físico ideal para la categoría mediano: alto, delgado, sin problemas de peso. Pero no tenía pegada de nocaut.



Figuró entre los mejores medianos de la década del '50. En la ciudad coexistían cinco de los seis grandes de la época: Sacco, Antonio Cuevas, Andrés Selpa, Tito Yanni padre y Rafael Merentino. El restante era el campeón argentino y sudamericano, Eduardo Lausse.



Ubaldo Sacco no llegó a ser titular nacional, pero durante toda su carrera como rentado (de casi un centenar de combates) estuvo entre los diez mejores medianos del país.



Peleó dos veces por el título y perdió en ambas. El 25 de mayo de 1957, en una noche histórica, por primera vez en el interior del país (Mar del Plata) se pusieron en juego en la misma velada los títulos argentino y sudamericano. En pelea a 15 rounds, Sacco llevaba ventajas hasta el 12º asalto. Pero la mayor fortaleza de Selpa le permitió noquearlo en el 15º y retener el título.



La segunda oportunidad fue en 1960, cuando perdió en 12 rounds por puntos ante Farid Salim, en el Luna Park.



Por aquellos tiempos, Ubaldo circulaba por Mar del Plata en una moto con Osvaldo Cañete cuando tuvieron un accidente que le dejó a Sacco secuelas en la cadera. Volvió a pelear, pero ya no fue el mismo, y se le notaban problemas para trasladarse en el ring.



Se retiró en junio de 1961. Su último rival, el rosarino Antonio Barrera. Al terminar el sexto round, Sacco regresó a su rincón con una pronunciada renquera, y su manager, el español José Martínez Falero, el "Tigre de Alfara", había decidido tirar la toalla. Sin embargo, esperó hasta el límite, y antes de iniciarse el séptimo, se produjo el aviso de abandono del otro rincón. Fue triunfo y retiro para Sacco, quien desde entonces se dedicó a la enseñanza.



Su pupilo más destacado resultó su propio hijo, "Uby" (quien el próximo miércoles 28 cumpliría 55 años).



Combatió con los mencionados "grandes" medianos de país, excepto Merentino, con los chilenos Loayza y Reynoso, los uruguayos Barreriro y Piriz Pintado y el italiano Tiselli.

No hay comentarios:

Publicar un comentario